La mayoría de los jugadores de póker debería hacer terceras apuestas con más frecuencia

Aunque algunos jugadores de póker prefieren adoptar un enfoque selectivo y conservador, otros optan por un estilo de juego más agresivo. 

Un elemento fundamental de la agresividad en el póker son las “terceras apuestas”. Descubre por qué la mayoría de los jugadores de póker debería recurrir más a las terceras apuestas y cómo pueden tener un rol clave en el juego.


 

¿Qué es una tercera apuesta?

Una tercera apuesta, también conocida como “resubida”, ocurre cuando un jugador sube una apuesta inicial de otro jugador (la “apertura”). En el póker, hay un preflop y tres calles, o rondas, de apuestas después del flop (flop, turn y river). La tercera apuesta se refiere específicamente a una subida de la apuesta inicial luego de que otro jugador haya hecho una subida. La tercera apuesta no depende de qué tan fuerte o débil sea tu mano.

Ahora hablaremos sobre las diferentes razones por las que agregar este tipo de apuesta a tu estrategia de juego puede ser muy útil.

Equilibrar el rango

Una de las principales razones por las que los jugadores de póker deberían hacer terceras apuestas con más frecuencia es la posibilidad de equilibrar su rango. Un rango equilibrado hace que tus oponentes no puedan adivinar fácilmente cuán fuertes son tus manos. Si recurres a una tercera apuesta tanto con manos fuertes como con manos débiles, harás dudar a tus rivales e impedirás que se aprovechen de tus tendencias.

Crear una imagen agresiva

Con un juego pasivo, puede que tus oponentes te consideren “débil”, es decir, alguien que solo apuesta cuando tiene manos fuertes. Si haces una tercera apuesta con más frecuencia, mostrarás una imagen más agresiva ante los otros jugadores de la mesa. Esto puede ser beneficioso porque puede hacer que tus rivales cometan errores, como retirarse demasiado pronto o igualar con manos marginales.

Tener el control del tamaño del pozo

Una tercera apuesta te permite determinar el tamaño del pozo. Cuando haces una tercera apuesta, es como si dijeras: “Quiero un pozo más grande para esta mano”. Puede ser especialmente útil cuando tengas manos fuertes, ya que se puede formar un pozo más grande que te permita ganar más cuando juegues tus mejores cartas.

Forzar a los oponentes a tomar decisiones difíciles

Elegir un buen momento para hacer una tercera apuesta obliga a tus rivales a tomar decisiones difíciles, ya sea que hayan iniciado las apuestas o aún no hayan jugado en esa mano. Deberán decidir si prefieren retirarse, igualar o volver a subir, lo que puede hacer que se equivoquen. Los jugadores habilidosos lo usan para tomar ventaja de las tendencias de sus oponentes y sacar provecho de sus errores.

Rentables ante jugadores arriesgados

Si estás en una mesa con jugadores arriesgados y agresivos (LAG, por sus siglas en inglés) que suben las apuestas con frecuencia, las terceras apuestas se vuelven aún más importantes. Al volver a subir las apuestas de esos jugadores, puedes aprovechar sus amplios rangos de apertura y tener la posibilidad de ganar grandes pozos. Recuerda que la tercera apuesta apunta a ganar el pozo, sin importar si tienes una mano fuerte o débil.

Defenderte de los robos

En los torneos, las ciegas y los antes aumentan a medida que avanza el juego, lo que tienta a los jugadores a robar pozos con manos más débiles. Una tercera apuesta puede ser una herramienta poderosa para defenderte de los robos y proteger tu pila.

Adaptarte a los cambios en las dinámicas

El póker es un juego cambiante, y la mejor estrategia puede variar en función de la dinámica de las rondas, las tendencias de los oponentes y tu posición en la mesa. Hacer una tercera apuesta con más frecuencia será una herramienta versátil con la que podrás adaptarte de forma eficaz a los cambios.

Conclusión 

En el mundo del póker, la agresividad suele recompensar. La tercera apuesta es un recurso importante que te permite tomar el control del juego, poner a tus rivales en una situación difícil y aumentar el tamaño de los pozos con manos fuertes. 

Saber cuándo y cómo hacer una tercera apuesta es una habilidad fundamental para cualquier jugador de póker que quiera mejorar su juego. Atrévete a aumentar la agresividad de tu estrategia y verás cómo se transforman tus resultados en las mesas de póker.