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Aprender cómo jugar al gran juego de PLO

Aprende cómo jugar PLO en México

El PLO no es conocido como “El Gran Juego” por nada, pero los jugadores de No Limit Hold ‘Em (NLHE) que desean jugar más Pot Limit Omaha (PLO) deben conocer los posibles obstáculos a los que se pueden enfrentar al pasar al juego de cuatro cartas (¡o cinco!).

Selección de manos inicial 

Esta es la primera habilidad que debes dominar. Con cuatro cartas en vez de dos, puede resultar fácil decidir jugar en casi todas las manos. Después de todo, es probable que haya un par de cartas altas o algunos conectores del mismo palo. En síntesis, con tus cuatro cartas, es posible que puedas formar una mano de dos cartas con la que jugarías en NLHE.

Tentarse a jugar estas manos es un error clásico, que probablemente te enviaría de regreso a las mesas de hold ‘em con la cola entre las patas.

Piénsalo así: con cuatro cartas, tienes seis combinaciones de dos cartas para proceder en una mano. Si lo único que puedes hacer es una combinación decente de dos cartas con tus cuatro cartas, estás poniendo dinero en un bote armado con una sola mano contra oponentes que juegan seis; es como ir a un duelo con una pistola de agua.

Lo ideal sería que las cuatro cartas estén conectadas y se puedan combinar entre sí. Las mejores manos iniciales son A-A-K-K con dos cartas del mismo palo y A-A-T-J con dos cartas del mismo palo.

La combinación A-A-K-K da dos oportunidades para formar una mano fuerte, además de la posibilidad de formar la escalera más fuerte y dos proyectos de color fuertes.

A-A-T-J tiene el proyecto de mano más fuerte, dos proyectos de color más fuerte y una combinación de proyectos de escalera más fuerte. Lo más importante es que todos los proyectos apunten a las nuts, proyectar a las nuts es esencial si se quiere jugar bien a Omaha.

En un flop multicolor con K-Q-9, una mano de A-A-T-J es perfecta, ya que tenemos las nuts. Pero tampoco es raro que alguien más forme las nuts al mismo tiempo. Sin embargo, si tienen una combinación de cartas, por ejemplo 6-6-T-J, la fuerza de nuestra mano pasa a primer plano.

Sería raro que a nuestro oponente no le gustara su mano, ya que tiene las nuts al fin y al cabo, por lo que, si apostamos, es muy probable que suba la apuesta. En NLHE, diríamos que es momento de repartir el premio. En PLO, no es el caso.

La combinación A-A-T-J, suponiendo que hay dos proyectos de color a las nuts a dos cartas en este flop multicolor, representa un 26% de probabilidad de ganar el pozo, en comparación con el 2% de 6-6-T-J, con una chance del 72% de dividir el pozo.

Esto se debe a que nuestra escalera a las nuts tiene una extensión (cualquier 10 o jota nos da una nueva escalera a las nuts y ganamos el pozo) y, al cambiar uno de nuestros palos, obtenemos un proyecto freeroll a color en el river. Al obtener cualquier par en el turn y el river, K-K, Q-Q o 9-9, logramos el mejor full house. La única forma que tiene nuestro oponente de ganar todo el pozo es una probabilidad de 50 en 1 en el turn y el river si sale un seis y, con un par, forma un full de seis.

Darle a tu oponente una probabilidad del 26% de dejarte sin fichas no es lo mejor, aunque se debe recalcar que es fundamental intentar jugar manos iniciales fuertes.

Nuestras 10 mejores manos iniciales tienen todas dos cartas del mismo palo. Son las siguientes: 

  • A-A-K-K
  • A-A-J-T
  • A-A-Q-Q
  • A-A-J-J
  • A-A-T-T
  • A-A-9-9
  • A-A-x-x
  • J-T-9-8
  • K-K-Q-Q
  • K-K-J-J

Hay otras manos, como grandes rundowns con muchas posibilidades de escaleras, que se pueden jugar, ya que, aunque no son las mejores, podríamos subir la apuesta con 6-7-8-9 o Q-J-T-9.

No obstante, evitar jugar manos de dos o tres cartas con danglers (es decir, cartas que no tienen ninguna conexión con el resto de la mano) es una habilidad que muchos jugadores exitosos de PLO aprenden desde un principio.

Dominar la selección de manos iniciales es la base para convertirse en un buen jugador de PLO. Sin embargo, sin disciplina ni paciencia, les resultará difícil incluso a los jugadores más habilidosos sin ese componente fundamental.

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